EL MEJOR CAPÍTULO DE LA HISTORIA DE "PADRE DE FAMILIA"

 

Padre de Familia es una de esas series con la que no existe un término medio; o bien la amas con pasión, o la detestas con toda tu alma. Las razones por las que esta serie genera controversia y divide de forma tan radical a la audiencia se debe principalmente a la incorrección política de la que hace gala (en cada capítulo hay cacas vómitos e insultos por doquier) y en que trata de forma directa (y en ocasiones de forma muy desagradable y pasada de rosca) temas complejos e incómodos de nuestra sociedad, tales como la infidelidad, la amistad, la pederastia o la homosexualidad sin ir más lejos. 

En mi caso, la serie me encanta por su tono irreverente, que da lugar a situaciones descacharrantes, por la creatividad desbordante que derrocha y que convierte cada capítulo en algo nuevo y totalmente inesperado, (en el que puedes encontrarte desde un número musical hasta una pelea épica con un pollo gigante) y por los constantes guiños cinéfilos que pueblan cada uno de los episodios, que harán las delicias de los aficionados que, como yo, reconocen cada uno de estos homenajes (se nota, y mucho, que los guionistas y el propio creador del show, Seth McFarlane son unos cinéfilos de pro y amantes del cine ochentero).

Peter y sus amigos Swanson,Quagmire y Cliveland

 

Como aficionado a la serie creo que he visto todos los capítulos sin excepción, y creo que prácticamente con todos ellos he disfrutado (bueno quizá alguno de esos capítulos protagonizados por Meg se me hayan hecho un poco difíciles de tragar), pero hay un capítulo en particular que recuerdo especialmente y que me ha sido imposible olvidar. Y lo recuerdo porque cuando lo vi por primera vez me impresionó mucho, no sólo por el desarrollo del capítulo en sí (en él sólo intervienen dos personajes) o la duración del capítulo (26 minutos frente a los 21 que duran habitualmente), que ya nos anuncian que estamos ante algo diferente, sino porque en el tramo final del mismo asistimos a un instante realmente emotivo y profundo que uno jamás esperaría ver en una serie de estas características.
 

El capítulo , titulado “Brian y Stewie”, pertenece a la temporada número 8, (si tenéis los Dvds dicho capítulo se recoge en el disco 2) y fue el episodio 150 de la serie. Trata básicamente de cómo Brian y Stewie quedan encerrados en la cámara acorazada de un banco al que se dirigían para sacar algunos ahorros y en la que se ven obligados a pasar la noche. Lo que ocurrirá entre ambos esa noche les pondrá a prueba como nunca y sus vidas no serán las mismas a partir de entonces.

 

Sin entrar en detalles o en algún SPOILER (mejor veis el capítulo) “Brian y Stewie” es uno de mis episodios favoritos de la serie en la medida que es un episodio basado plenamente en los personajes. Y no creáis que lo digo de boquilla, en el capítulo sólo aparecen, Brian y Stewie; no aparece NADIE MÁS. Ni Peter, ni Chris, ni ningún empleado del banco ni nada. No hay más que la cámara acorazada y los dos personajes. Ni flashbacks ni artificios argumentales que saquen la acción del banco. Y eso es precisamente una de las cosas que más me gusta de este capítulo: pone a prueba a los guionistas a la hora de generar un conflicto y desarrollar una historia interesante basándose en los pocos elementos que tienen a su disposición.
 

Y creedme, realmente lo consiguen.
 

El capítulo “Brian y Stewie” puede dividirse en dos partes bien diferenciadas:

La primera es una larguísima secuencia que da lugar al que en mi opinión es el momento más escatológico de toda la serie (y mira que hay unos cuantos para elegir) y uno de los momentos más incómodos que recuerdo haber visto desde que la serie comenzó a emitirse…me estoy refiriendo al famoso gag del pañal y la caca.

 

A grandes rasgos os podéis imaginar el percal: Al cerrarse la puerta de la cámara del banco, Stewie, asustado, se hace caca. Para evitar que el riesgo de infección de tener la caca pegada al culo durante toda la noche (las puertas del banco no se abren hasta el día siguiente), Stewie le pide a Brian (que recordemos es un perro)…
 

¡que se coma la caca del pañal!
 

Esta parte del capítulo, amén de espantosamente escatológica, es un buen ejercicio de suspense, en la medida que Stewie expone de forma paulatina su sugerencia a Brian sin hablar claramente de ella, de tal forma que el espectador va haciéndose una idea progresiva de la situación, de las pretensiones de Stewie y del lugar al que los guionistas nos conducen…
 

Para los que queráis saber cómo termina todo esto, os recomiendo encarecidamente ver el capítulo, aunque como podréis imaginar, al final el pobre Brian acaba tragando (¡y nunca mejor dicho!) haciendo todo lo que le pide Stewie (lo que incluye comida de caca, limpieza de culo y vómitos de postre…lo dicho, todo un festival).
 

Sin embargo si bien esta primera parte del episodio es muy buena, es el tramo final el que marca la diferencia. Después de la parte coprófaga del episodio, el tono del episodio deviene mucho más serio y dramático profundizando en temas en temas espinosos como la muerte, el suicidio, y de forma muy inesperada, la amistad.

 

Básicamente lo que ocurre es lo siguiente: Stewie descubre en la caja fuerte del banco que Brian no sólo guarda sus ahorros, sino también un revolver cargado.
 

Cuando Stewie le pregunta a Brian la razón por la que él, un intelectual liberal que desprecia las armas, guarda una en la caja de seguridad del banco, el diálogo que sigue no tiene precio…:

 

-Stewie: "Sólo dime por qué la tienes...anda por favor"

-Brian: (Suspirando" "La tengo por si...quiero terminar con todo"

-S: "Uaooo...ay por dios...¿lo dices en serio?¿por qué Brian?

-B: "No lo entenderías, eres un niño"

-S:"Bueno...puedes intentarlo"

-B"No se...a veces...es demasiado"

-S:"¿el qué?"

-B:"La vida...todo...saber que tengo el arma aquí...saber que tengo una salida me...me ayuda

(...)

-S:"Pero...no lo entiendo...¿por qué eres tan infeliz?

-B:"Ayer, cuando dijiste que no tengo un objetivo en mi vida...tenías razón...¿qué propósito tiene mi vida?

-S"No me gusta cuando hablas así"

-B"Es cierto Stewie...los perros deberíamos vivir instintivamente, nacemos así...pero...yo no...quiero encontrarle un sentido a mi vida pero...no lo encuentro.

(...)

-B:"Eres...el único al que al que le dicho esto...¿no vas a decir nada?"

-S:"No se qué decir...que quisieras suicidarte...¡eso es muy egoísta por tu parte!

-B"¿Por qué es egoista?"

-S:"¿Qué haría yo si no estuvieras aquí eh? eres el único que hace mi vida soportable"

-B"¿Acaso no dijiste que era lo mejor de una mala situación?

-S"Quería hacerte daño porque tu me lo hiciste a mi...pero la verdad es...que eres mi único amigo Brian...sin ti yo estaría perdido..."

-B:"Estarías bien"

-S:"No es cierto...lo demás no me gustan...te quiero a ti...eres el único al que quiero..."

-B:"oh...gracias"

-S:"Me caes muy bien...creo que podría decir que...te aprecio...hasta...me atrevería a ir un poco más lejos...me gustas mucho...tal vez podría decir que...te...te...te quiero...no en plan hagamos una fiesta en calzoncillos o lo que sea que hacen los adultos cuando se aman...yo te quiero a ti como una persona que quiere a otra sin la que simplemente no puede vivir."

-B:"Yo...yo también te quiero Stewie"

-S:"Tu le das un sentido a mi vida...y tal vez...tal vez con eso baste...porque...es el mejor regalo que un amigo le puede dar a otro."

-B:"Gracias..."

 

 

Lo reconozco."Padre de Familia es una serie difícil. Entiendo que la gente no capte su sentido del humor o que les parezca desagradable. Sin embargo pocas series en la actualidad se arriesgan como lo hace esta. Su capacidad para sorprender episodio a episodio y a intentar cosas nuevas cada temporada les honra.

 

Si no soportáis esa serie, si cada vez que ponéis la tele y salen estos personajes os invaden unas ganas terribles de cambiar de canal y no soportáis a Peter y su familia, entonces quizá y solo quizá, este capítulo es para vosotros. Puede que nos os guste, pero os hará ver que, el talento de sus creadores va más allá de los pedos y los chistes crueles y que, en el fondo son personas con las mismas dudas e inquietudes que todos nosotros.

 

¡Larga vida a los Griffin!