domingo, 22 de marzo de 2015

CRÍTICAS DE CINE: "HARRY, EL SUCIO" 1971, DON SIEGEL

 
“Vamos…Alégrame el día” (“Go ahead, Make my day”).
 
Éstas míticas palabras, que cualquier aficionado al cine ha escuchado al menos una vez en su vida, son pronunciadas por el detective Harry Callahan, alias “el sucio” al inicio de “Impacto súbito” cuarta entrega de una serie de películas protagonizadas por este detective implacable que se dio a conocer en la película que hoy vamos a comentar: “Harry el Sucio” (Don Siegel, 1971)
 
Si bien es cierto que las palabras mencionadas en el párrafo anterior así como el personaje de "Harry el sucio" son mundialmente conocidos por el público en general, poca gente recuerda este primer filme, que dio el pistoletazo de salida a una saga de 5 películas ("Harry el Sucio", "Harry el Fuerte", "Harry el Ejecutor", "Impacto Súbito" y "La lista Negra") estrenadas entre 1971 y 1988 y que fueron dirigidas por distintos directores (entre los cuales se encuentra el propio Clint) con suerte y resultados dispares (que van de lo aceptable a lo mediocre).
 
Pero centrémonos en “Harry El Sucio”, la película Original de Siegel.
 
 
 
La sinopsis de la película, para aquellos que no la conozcan es la siguiente (Según Filmaffinity):
"Harry Callahan (Clint Eastwood) es un duro policía que se ha criado en la calles de San Francisco. Sus compañeros le llaman Harry el Sucio por sus particulares métodos de lucha contra el crimen y porque siempre se encarga de los trabajos más desagradables. Cuando un francotirador que se hace llamar 'Scorpio' asesina a una mujer desde una azotea y promete matar a más personas si la ciudad no le paga 100.000 dólares, el inspector Callahan será el encargado de intentar resolver el caso."
 
Lo primero que llama la atención cuando uno ve esta película ahora en 2015, 44 años después de su estreno, es que sigue funcionando bastante bien, a pesar del tiempo transcurrido. Es cierto que adolece de algunos errores de guión (de los que hablaré más adelante) pero en general el conjunto es sólido y se sostiene bastante bien.
 
 
A esta solidez contribuye en Gran medida la sobria y carismática interpretación de Eastwood, (potenciada por el doblaje en español de Constantino Romero que desaparecería en las secuelas, a excepción de"La lista Negra") que conforma un personaje icónico con apenas un par de gestos y expresiones faciales. A Eastwood tal vez quepa achacarle el hecho de que actúa con el piloto automático puesto para dar vida al inspector de policía Callahan, (personaje que al menos en cuanto a economía gestual guarda muchas similitudes con “el hombre sin nombre” al que Eastwood había interpretado en “La trilogía del dólar” de Sergio Leone unos años antes) pero lo cierto es que sin la presencia de Clint, la cinta y el personaje jamás habrían cosechado el éxito que en su momento obtuvieron (y que se mantuvo, al menos en el aspecto económico, en sus secuelas) y probablemente hoy en día la película no sería recordada como lo es. 
 
Pero el carisma de Eastwood no es lo único destacable de éste film: la película está bien montada, tiene ritmo, y una banda sonora, compuesta por Lalo Schirffin (el de "Mission Impossible") que encaja como un guante en tono áspero y violento del film (ver el tema que suena al final de la cinta o el que aparece cuando Harry persigue a Scorpio).
 
Por si esto fuera poco el film prácticamente nunca se desvía de su argumento principal (lo que para un servidor es una virtud), salvo para dar unas escasísimas pinceladas acerca del pasado de Harry, del que únicamente descubrimos que tuvo mujer y que ésta murió (aunque desconocemos en qué circunstancias).
 
 
Porque “Harry El Sucio” es una película que va a lo que va. No encontraremos en ella escenas de relleno en las que los personajes se expresen dramáticamente, o muestren sus sentimientos. Éstos se definen por sus acciones. Así, Harry Callahan es caracterizado en apenas un par de secuencias, la del atraco al banco (que es especialmente brillante en cuanto a su planificación y a las líneas de diálogo de Harry en la misma) y la del rescate al suicida (especialmente cómica y que fue homenajeada por Richard Donner en “Arma Letal”).
 
Por su parte, el villano, Scorpio, al que interpreta un inquietante Andrew Robinson es caracterizado como un villano manipulador (ver cuando recibe una paliza para poder culpar a Harry), homófobo (ver cuando se decanta por un par de homosexuales como objetivo para su siguiente crimen) cobarde (sólo mata desde lejos y sin que las víctimas puedan defenderse) y avaricioso (lo que realmente quiere es dinero, a pesar de todo) y representa al antagonista perfecto del film, en la medida que, al ser presentado como un ser despreciable, de alguna manera permite que la audiencia justifique los expeditivos métodos utilizados por Harry para acabar con él, aunque estos sean ciertamente inmorales.
 
 
Pero, como decíamos anteriormente,“Harry El Sucio” no es una película de personajes profundos o diálogos para el recuerdo, es una película de acción en la que lo que importa es la investigación policial y las secuencias de acción y suspense, que sin duda son el plato fuerte de la película y con respecto a las cuales destaca su variedad y su efectividad (ver el duelo final entre Harry y Scorpio), su violencia explícita (ver el asesinato de la mujer en la piscina) y el hecho de que son bastante numerosas, al menos con respecto a los cánones de la época.
 
Pero, a mi pesar, no es oro todo lo que reluce. "Harry El sucio" también adolece de algunos puntos mejorables, que no empañan en ningún momento el excelente resultado final y que se encuentran principalmente en el guión, excesivamente lineal y demasiado esquemático en el que los personajes no son más que figuras planas de las que se sirve el argumento para hacer avanzar la acción, hasta el punto que es imposible identificarse con ninguno de ellos. Por su parte, también en ocasiones se perciben como ilógicas determinadas acciones de los personajes como por ejemplo la escena en la que Scorpio, después de acusar a Callahan de trato violento y vejatorio y con la opinión pública de su parte, decide secuestrar un autobús repleto de niños, estropeando de esta forma su estratagema.
 
Sin embargo, como digo, estos (leves) problemas de guión no estropean el resultado de una entretenidísima cinta que, pese a los años, resulta tremendamente actual y que convirtió a Harry Callahan en todo un icono de la época y del cine.
 
Porque a todos nos gusta que nos alegren el día.
 
¿O no?

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