Siempre he considerado que "Rocky", la película que dió origen a esta larguísima saga de películas que ya rivaliza en longevidad con la mismísima saga "Star Wars" era una película mediocre, descafeinada y bastante simplona que no mereceía la ola de halagos que recibió en sus momento y mucho menos los premios óscar a la mejor película y mejor guión (¡para el mismísimo Stallone!) que en 1976 se llevó el film por encima de otros clásicos nominados como lo eran "Taxi Driver".
También he de admitir, antes de centrarme en esta nueva entrega o "remake encubierto" que,aparte de la primera película, no he visto ninguna otra de las 6 películas que componen la saga Rocky (sin contar esta última que más bien es un "Spin Off"). Bien porque la primera entrega no me llamó lo suficiente al atención como para echarle un vistazo a las demás (no consideradas "tan buenas") bien porque subestimaba a Stallone, director de nada menos que...¡4 de las películas de la saga! (dato desconocido para la mayor parte del público por cierto).
Es por ello que al sentarme en la sala para ver "Creed", que trata sobre un hijo bastardo de Apollo Creed, eterno rival de Rocky, que trata de abrirse paso en el mundo del boxeo, las espectativas estaban más bien bajas. Quizá por esta razón la película me ha sorpendido notablemente para bien, pues ya os adelanto que estamos ante un drama humano de superación que no sólo es emocionante y emotivo, sino que raya a un soprendente nivel técnico para una producción de estas características.
Y es que Ryan Coogler, un director al que se le nota y mucho que es fanático de la saga Rocky, pone toda la carne en el asador desde el principio, manejando todos los elementos y escaso presupuesto de que dispone con una habilidad y unos resultados inesperados para este tipo de modestas producciones; y es que "Creed" funciona a todos los niveles, independientementre de que hayas visto las otras películas de Rocky, o no hayas visto ninguna y apenas conozcas a los personajes (como era mi caso).
El argumento no trae nada nuevo que no hayamos visto con anterioridad en este tipo de películas, sin embargo, el conjunto está tratado con el cariño de alguien que aprecia el material que tiene entre manos y sabe lo que se hace. De esta forma, las escenas más dramáticas (ver la conversación entre Rocky y Adonis en la cárcel) resultan muy emotivas, las de combates, que no son tan numerosas como cabría esperar, son impactantes y muy emocionantes (ver el primer combate entre Adonis y Leo, rodado en un impecable y larguísimo plano secuencia de cuatro minutos) y el romance entre Adonis y su vecina, intepretada por Tessa Thompson, no lastra el film gracias al hábil montaje, que no permite que estas escenas dominen el relato (reduciendolas a lo esencial).
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| Una de las escenas más emotivas del film |
Por su parte, los actores cumplen, un Michael B Jordan que, sin ser un excelente actor, resulta lo suficientemente creíble como para dar vida al carismático y algo tozudo hijo de Creed, una Tessa Thompson que hace lo que puede con su limitado papel de vecina-pareja de Adonis y un Stallone que hace lo que viene haciendo desde los últimos 40 años: comerse la pantalla en cada plano.
¿Se merece el óscar por su actuación? desde luego que no, pero su actuación y energía son lo suficientemente notables como para que traspasen la pantalla y lleguen a nuestros corazones, y, a fin de cuentas,
¿no trata de eso el cine?
En definitiva, una notable película de superación y boxeo, que te hará vibrar y recordar de qué están hechas las leyendas.
Muy recomendable.
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